Metas, actitudes y motivación.
Las organizaciones gastan enormes sumas de dinero en enseñar nueva información y mejorar habilidades a través de la capacitación de sus empleados. Desafortunadamente, la mayoría de las organizaciones descuidan el área más importante del crecimiento personal: las metas, las actitudes y los factores motivacionales de los miembros del equipo. Las personas pueden tener acceso a cantidades ilimitadas de información, pueden haber recibido capacitación en todas las habilidades imaginables, pero si sus metas son defectuosas o poco claras, si sus actitudes son negativas o improductivas, o si falta su motivación, la enorme inversión de tiempo, la energía, y el dinero no servirá de nada. La información y las habilidades son solo la punta del iceberg. Al igual que un iceberg, hasta el 90 por ciento del potencial de una persona se encuentra debajo de la superficie, oculto a la vista. En última instancia, el éxito de una persona está determinado por su enfoque en metas claramente definidas, una actitud entusiasta y una motivación convincente. Una persona que tiene estas cualidades siempre encontrará la información y desarrollará las habilidades necesarias para tener éxito. Sin estas cualidades, el conocimiento y los talentos de una persona se deterioran y se desgastan al igual que un músculo no utilizado se debilita sin un uso constante y regular.