Los adultos que son responsables del cuidado principal de los padres que envejecen u otros miembros de la familia experimentan un estrés y una tensión tremendos. También a menudo tienden a descuidar su propio bienestar.
Si eres el cuidador principal de un ser querido, aquí tienes algunos consejos:
- Come bien. Lleva una dieta balanceada que sea baja en grasa y baja en calorías.
- Descansa lo suficiente. Vete a la cama y despiértate aproximadamente a la misma hora todos los días. Si no puedes dormir bien, toma una siesta durante el día siempre que te sea posible.
- Pedir ayuda. Involucrar a otros miembros de la familia o amigos en la atención. Haz una lista de las tareas en las que podrías necesitar ayuda, como hacer las tareas del hogar, pagar las facturas, encontrar los servicios que necesitas o llevar a tu ser querido a las citas con el médico.
- Buscar ayuda de la comunidad. Algunas organizaciones ofrecen asistentes de salud, asistencia de compras, servicios de comidas, asistencia de transporte y otros programas.
- Encuentra tiempo para ti mismo. Evita aislarte. Ir al cine, almorzar con un amigo o simplemente sentarte y leer un libro.
- Habla con otras personas sobre tus sentimientos. Hazte amigo de otras personas que están en circunstancias similares. Únete a un grupo de apoyo para cuidadores.
- Lidiar con la ira o la culpa. Reconoce que un ciclo de ira-culpa-ira es común para los cuidadores. Perdónate por la ira, averigua qué te hizo enojar y decide cómo puedes responder de manera constructiva. Organiza una reunión familiar para resolver conflictos con familiares.