La velocidad y la comodidad son los principales factores competitivos en el mundo empresarial actual. Las compañías que pueden ofrecer a los clientes un producto o servicio más rápido tienen una ventaja distinta a las que no pueden. Para incorporar velocidad en la estructura de tu organización:
- Evalúa cómo de crítica es la velocidad para tu producto o servicio. Evalúa la importancia de la conveniencia para tus clientes y encuéstalos para averiguar qué retrasos han experimentado al trabajar con tu empresa. Pregúntales qué mejoras les gustaría ver.
- Desafía los supuestos de cómo deben hacerse las cosas. Examina todos los procedimientos en busca de retrasos innecesarios y papeleo burocrático, y modernízalos. Documenta cuánto tiempo lleva cumplir las solicitudes de los clientes y busca formas de minimizar los pasos que consumen tiempo.
- Establecer estándares basados en el tiempo. Crea pautas de tiempo claras sobre el tiempo que debe llevar la producción y la entrega a los clientes e incluye estos estándares en las evaluaciones de desempeño de tus empleados. Recompensa a los trabajadores que producen resultados oportunos y que sugieren ideas para ahorrar tiempo.
- Garantizar resultados consistentes a tus clientes. Incluye un servicio rápido como garantía en tus campañas publicitarias. Muchos clientes estarán dispuestos a pagar más por una ventaja. No solo es atractivo para los clientes, sino que garantizar un servicio oportuno también obligará a tus empleados a ser más productivos.
- Permitir que los empleados trabajen más rápido. Asegúrate de que todos tengan acceso a la información pertinente a través del ordenador, y otorga a los trabajadores de primera línea la autoridad que necesitan para tomar decisiones oportunas sin los trámites burocráticos innecesarios.